La Dictadura de Primo de Rivera se inicia en septiembre de 1923. El propio General expone en un manifiesto los motivos y las intenciones de este golpe de Estado.
Te presento algunos fragmentos de este manifiesto para que veas lo que dice:
"[...]Este movimiento es de hombres: el que no sienta la masculinidad completamente caracterizada, que espere en un rincón, sin perturbar los días buenos que para la patria preparamos. Españoles: ¡Viva España y viva el Rey! [...]"
Los graves conflictos que tiene España a principios del siglo XX justifican, según Primo de Rivera su actuación.
Como sabemos, a la crisis económica, agravada con la guerra de Cuba de fin de siglo se le suma la creciente conflictividad social, con manifestaciones y huelgas; el extremismo de algunos grupos anarquistas; el creciente nacionalismo vasco y catalán; el problema de Marruecos, caramelo envenenado en el marco de la carrera colonial... Todos estos acontecimientos no dejan lugar a dudas para el general Primo de Rivera:
"[...] No tenemos que justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impone. Asesinatos de prelados, ex gobernadores, agentes de la autoridad, patronos, capataces y obreros; audaces e impunes atracos; depreciación de moneda; francachela de millones de gastos reservados; sospechosa política arancelaria por la tendencia y más porque quien la maneja hace alarde de descocada inmoralidad; rastreras intrigas políticas tomando como pretexto la tragedia de Marruecos; incertidumbres ante este gravísimo problema nacional; indisciplina social, que hace el trabajo ineficaz y nulo, precaria y ruinosa la producción agrícola e industrial; impune propaganda comunista; impiedad e incultura; justicia influida por la política; descarada propaganda separatista, pasiones tendenciosas alrededor del problema de las responsabilidades y… por último, seamos justos, un solo tanto a favor del Gobierno, de cuya savia vive hace nueve meses, merced a la inagotable bondad del pueblo español, una débil e incompleta persecución del vicio del juego. […]"
Así, con el respaldo del rey, Miguel Primo de Rivera tomará el poder de la Nación.
"[...] En virtud de la confianza y mandato que en mí han depositado, se constituirá en Madrid un Directorio inspector militar con carácter provisional encargado de mantener el orden público y asegurar el funcionamiento normal de los ministerios y organismos oficiales. […]"
Como dice en su manifiesto se establece un DIRECTORIO MILITAR. Esto significa que se sustituyen todos los cargos políticos por militares de confianza.
Además, para mantener el orden público se suspende la Constitución y todas sus garantías (libertad de asociación, derecho de reunión...). Se impone el toque de queda, la gente no puede salir a la calle a partir de cierta hora...Con todas estas medidas se logra parar la inestabilidad social.
Se prohíben todos los partidos políticos, Primo de Rivera creará uno que será el único que valga, la UNIÓN PATRIÓTICA, así se acaba también con la inestabilidad política.
Se aprovecha la coyuntura internacional de desarrollo económico (son los "felices años 20"), y se inicia un despegue económico con abundantes inversiones y obras públicas.
"[...] No queremos ser ministros, ni sentimos más ambición que la de servir a España[...]"
Con estas palabras Primo de Rivera pretende dejar claro que el Golpe militar y su intervención es algo transitorio, en lo que se recupera España de su situación.
Hacia 1925, Primo de Rivera dará un giro, sustituirá el Directorio Militar por uno Civil, es decir, los cargos en vez de ocuparlos militares los desempeñarán civiles puestos a dedo por el dictador.
Este giro hace ver de forma clara que la "provisionalidad del golpe" se está convirtiendo en algo mucho más permanente, que verdaderamente Primo de Rivera sí que tiene aspiraciones políticas.
Esto va a provocar que se empiecen a oír voces en contra del dictador.
La situación se complica cuando la economía internacional sufre la catástrofe de octubre de 1929, cuando la Bolsa de Nueva York se desploma y arrastra a la economía mundial.
En 1930 Primo de Rivera ha perdido todos los apoyos, España vuelve a caer en la crisis económica, y el rey, Alfonso XIII, le pide a Primo de Rivera que se marche.
"[...]Este movimiento es de hombres: el que no sienta la masculinidad completamente caracterizada, que espere en un rincón, sin perturbar los días buenos que para la patria preparamos. Españoles: ¡Viva España y viva el Rey! [...]"
Los graves conflictos que tiene España a principios del siglo XX justifican, según Primo de Rivera su actuación.
Como sabemos, a la crisis económica, agravada con la guerra de Cuba de fin de siglo se le suma la creciente conflictividad social, con manifestaciones y huelgas; el extremismo de algunos grupos anarquistas; el creciente nacionalismo vasco y catalán; el problema de Marruecos, caramelo envenenado en el marco de la carrera colonial... Todos estos acontecimientos no dejan lugar a dudas para el general Primo de Rivera:
"[...] No tenemos que justificar nuestro acto, que el pueblo sano demanda e impone. Asesinatos de prelados, ex gobernadores, agentes de la autoridad, patronos, capataces y obreros; audaces e impunes atracos; depreciación de moneda; francachela de millones de gastos reservados; sospechosa política arancelaria por la tendencia y más porque quien la maneja hace alarde de descocada inmoralidad; rastreras intrigas políticas tomando como pretexto la tragedia de Marruecos; incertidumbres ante este gravísimo problema nacional; indisciplina social, que hace el trabajo ineficaz y nulo, precaria y ruinosa la producción agrícola e industrial; impune propaganda comunista; impiedad e incultura; justicia influida por la política; descarada propaganda separatista, pasiones tendenciosas alrededor del problema de las responsabilidades y… por último, seamos justos, un solo tanto a favor del Gobierno, de cuya savia vive hace nueve meses, merced a la inagotable bondad del pueblo español, una débil e incompleta persecución del vicio del juego. […]"
Así, con el respaldo del rey, Miguel Primo de Rivera tomará el poder de la Nación.
"[...] En virtud de la confianza y mandato que en mí han depositado, se constituirá en Madrid un Directorio inspector militar con carácter provisional encargado de mantener el orden público y asegurar el funcionamiento normal de los ministerios y organismos oficiales. […]"
Como dice en su manifiesto se establece un DIRECTORIO MILITAR. Esto significa que se sustituyen todos los cargos políticos por militares de confianza.
Además, para mantener el orden público se suspende la Constitución y todas sus garantías (libertad de asociación, derecho de reunión...). Se impone el toque de queda, la gente no puede salir a la calle a partir de cierta hora...Con todas estas medidas se logra parar la inestabilidad social.
Se prohíben todos los partidos políticos, Primo de Rivera creará uno que será el único que valga, la UNIÓN PATRIÓTICA, así se acaba también con la inestabilidad política.
Se aprovecha la coyuntura internacional de desarrollo económico (son los "felices años 20"), y se inicia un despegue económico con abundantes inversiones y obras públicas.
"[...] No queremos ser ministros, ni sentimos más ambición que la de servir a España[...]"
Con estas palabras Primo de Rivera pretende dejar claro que el Golpe militar y su intervención es algo transitorio, en lo que se recupera España de su situación.
Hacia 1925, Primo de Rivera dará un giro, sustituirá el Directorio Militar por uno Civil, es decir, los cargos en vez de ocuparlos militares los desempeñarán civiles puestos a dedo por el dictador.
Este giro hace ver de forma clara que la "provisionalidad del golpe" se está convirtiendo en algo mucho más permanente, que verdaderamente Primo de Rivera sí que tiene aspiraciones políticas.
Esto va a provocar que se empiecen a oír voces en contra del dictador.
La situación se complica cuando la economía internacional sufre la catástrofe de octubre de 1929, cuando la Bolsa de Nueva York se desploma y arrastra a la economía mundial.
En 1930 Primo de Rivera ha perdido todos los apoyos, España vuelve a caer en la crisis económica, y el rey, Alfonso XIII, le pide a Primo de Rivera que se marche.
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