En el caso de España, esa revolución va a ser más lenta, debido a una serie de causas:
La razón fundamental va a ser ese carácter accidentado del relieve español-tiene muchas montañas-, por lo que el ferrocarril no tendrá fácil extenderse por todo el territorio. Esto provoca, por un lado que no lleguen materias primas a todos los lugares, pero también, que no puedan salir los productos que se fabriquen para su venta.
La primera línea de ferrocarril que aparece en la Península fue la de Barcelona-Mataró en 1848, pero no fue la primera de España. Ésta se había construido en Cuba, uniendo La Habana con Bejucal en 1837.
Vamos a ver los primeros pasos de la industrialización en España:
Ten en cuenta que los que van a invertir más dinero en la nueva industria española, así como en las nuevas explotaciones mineras necesarias para la industrialización, van a ser extranjeros. Esto es un síntoma de la debilidad de nuestra industrialización.
El dinero de las clases altas españolas se sigue invirtiendo en la compra de tierras, ni siquiera en su modernización, permaneciendo, también, la agricultura en un estado muy atrasado.
LA SOCIEDAD ESPAÑOLA EN EL S. XIX
El proletariado, un grupo social en aumento con el desarrollo de la industrialización y el éxodo rural, vive en unas condiciones terribles. Esto provocará la aparición del movimiento obrero.
Hay que señalar que, en el caso de España, también tendrá mucha importancia este movimiento entre los jornaleros del campo del sur, ya que sus condiciones de vida eran muy malas.
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